Los sabores del campo, el pan recién hecho y la carne a las brasas forman parte de una memoria culinaria compartida que identifica a nuestro país. A partir de esa base, Gaucha construye su propuesta: una cocina que retoma esos elementos clásicos y los presenta desde una mirada actual, enfocada en la calidad del producto y en técnicas cuidadas.

El asado es el eje del proyecto. Gaucha invita a vivir esta tradición como un método de cocción y también como una instancia central de su menú. En sus fuegos se preparan cortes de pastura con técnicas precisas (costillar a la cruz, tapa de cuadril a 55 °C, bife ancho a 57 °C) buscando un punto de cocción que resalte el sabor natural de la carne y el trabajo del fuego.

La cocina está a cargo de Juan Carlino, cocinero argentino cuya identidad culinaria se forjó entre su formación inicial en Ott College, sus primeras experiencias profesionales en Estados Unidos y Buenos Aires, y su perfeccionamiento en cocinas con estrellas Michelin en España. Tras recorrer diversas culturas gastronómicas, consolidó una convicción esencial: Argentina posee un patrimonio culinario excepcional que merece ser reconocido y trabajado con rigor. Su filosofía se basa en el respeto absoluto por el producto, en una cocina de estación que aprovecha cada parte del animal o del vegetal y que prescinde de artificios para enfocarse en la calidad y la honestidad del sabor. Con una trayectoria que incluye proyectos destacados en Buenos Aires y una influencia creciente en la escena local, hoy es socio y figura clave de Gaucha, la propuesta que busca convertirse en la mejor experiencia de carnes del país a través de la combinación de producto, técnica y hospitalidad.

La propuesta se amplía con una línea de embutidos y panificados desarrollados especialmente para el proyecto. Los embutidos se elaboran y maduran de manera lenta y controlada para lograr profundidad de sabor, mientras que los panes toman como referencia recetas y harinas de diversas regiones argentinas, reinterpretadas desde una óptica contemporánea.

El cordero bonaerense tiene también un lugar destacado. Con él se preparan una salchicha parrillera con influencias del NOA, mollejas de corazón trabajadas desde el aprovechamiento integral del animal y zanahorias al rescoldo con sabores dulces y ahumados que buscan representar el perfil del territorio. Cada plato se diseña a partir de la materia prima y de su vínculo con distintas zonas del país.

El recorrido finaliza con postres clásicos argentinos. Flanes, budines y preparaciones tradicionales que buscan ofrecer un cierre familiar y reconocible, manteniendo la línea de sabores simples y directos que forman parte de la cultura gastronómica local.

Gaucha propone una experiencia que destaca la identidad culinaria argentina a través del fuego, los productos y las técnicas. Un proyecto que busca revalorizar los sabores del país y presentar una cocina enfocada en el territorio, el tiempo y la calidad.