Mambo, el nuevo proyecto de Santiago Pérez: cocina de fuegos honesta
En Villa Crespo, el nuevo proyecto de Santiago Pérez y Calvin Daniele redefine la cocina argentina contemporánea con una propuesta honesta y sin artificios

El restorán combina raíces rurales, oficio y sensibilidad actual en un menú simple, rotativo y de elaboración propia.
Mambo abre sus puertas en una esquina tranquila de Villa Crespo con una propuesta de cocina argentina contemporánea, directa, precisa y emocional. Fundado por los cocineros Santiago Pérez (Casa Cavia, Orilla, Las Flores) y Calvin Daniele, el restorán nace del deseo de cocinar con honestidad y cercanía, con la misma precisión técnica que una cocina de fine dining pero sin su rigidez ni solemnidad.
La cocina de Mambo es biográfica: rescata la infancia de Santiago en Lobos —entre fuegos al aire libre, faenas al amanecer, girasoles, embutidos y ollas que humeaban durante horas— y la cruza con un recorrido por cocinas de Argentina y el mundo. En esa intersección Mambo ensaya una interpretación personal de la tradición culinaria local, motivada por el deseo de cocinar como quien ofrece algo a los amigos alrededor del fuego.
Santiago se formó en el IAG, trabajó en Casa Cavia y luego con Fernando Trocca en Orilla, antes de liderar la cocina de Las Flores durante tres años y medio. En ese recorrido afinó una sensibilidad precisa pero visceral, con cuidado en el proceso y claridad en los sabores.
El menú es rotativo, con elaboraciones propias que incluyen panes, ricota, embutidos, caldos, pastas y helados caseros. La carne ocupa un lugar central, pero no exclusivo: los vegetales silvestres, los platos para compartir y las técnicas cuidadas completan una carta que evidencia una mirada sobre la cocina que no es ornamental y abunda en contraste, profundidad y belleza.
Más que una etiqueta, Mambo es una mirada, una forma de hacer cocina argentina actual con herencia, pero sin nostalgia; con técnica, pero sin exceso; con carácter, pero sin perder la hospitalidad. En Mambo hay fuego real, producto cuidado y una idea clara de lo que se quiere cocinar y compartir. Una propuesta para quienes buscan comer bien, sin vueltas, pero con profundidad.
Mambo abre sus puertas en una esquina tranquila de Villa Crespo con una propuesta de cocina argentina contemporánea, directa, precisa y emocional. Fundado por los cocineros Santiago Pérez (Casa Cavia, Orilla, Las Flores) y Calvin Daniele, el restorán nace del deseo de cocinar con honestidad y cercanía, con la misma precisión técnica que una cocina de fine dining pero sin su rigidez ni solemnidad.
La cocina de Mambo es biográfica: rescata la infancia de Santiago en Lobos —entre fuegos al aire libre, faenas al amanecer, girasoles, embutidos y ollas que humeaban durante horas— y la cruza con un recorrido por cocinas de Argentina y el mundo. En esa intersección Mambo ensaya una interpretación personal de la tradición culinaria local, motivada por el deseo de cocinar como quien ofrece algo a los amigos alrededor del fuego.
Santiago se formó en el IAG, trabajó en Casa Cavia y luego con Fernando Trocca en Orilla, antes de liderar la cocina de Las Flores durante tres años y medio. En ese recorrido afinó una sensibilidad precisa pero visceral, con cuidado en el proceso y claridad en los sabores.
El menú es rotativo, con elaboraciones propias que incluyen panes, ricota, embutidos, caldos, pastas y helados caseros. La carne ocupa un lugar central, pero no exclusivo: los vegetales silvestres, los platos para compartir y las técnicas cuidadas completan una carta que evidencia una mirada sobre la cocina que no es ornamental y abunda en contraste, profundidad y belleza.
Más que una etiqueta, Mambo es una mirada, una forma de hacer cocina argentina actual con herencia, pero sin nostalgia; con técnica, pero sin exceso; con carácter, pero sin perder la hospitalidad. En Mambo hay fuego real, producto cuidado y una idea clara de lo que se quiere cocinar y compartir. Una propuesta para quienes buscan comer bien, sin vueltas, pero con profundidad.