Un proyecto sin precedentes en el mundo antiguo
Monte Nemrut: El hogar de los antiguos dioses.
En el sureste de Turquía hay un lugar que ha asombrado a miles de viajeros de todo el mundo por su aura mística y su inmensidad. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, el Monte Nemrut es un notable testimonio de la dedicación y la artesanía de las civilizaciones antiguas. En su ladera, los visitantes pueden encontrar las colosales estatuas de dioses encargadas por el rey Antíoco I de Comagene como parte de su propia tumba, convirtiendo un simple monte de 2.150 metros de altura en una auténtica maravilla mundial.
Considerada una de las construcciones más ambiciosas del periodo helenístico, las estatuas reflejan la fusión de la mitología griega y persa. Como gobernante de ascendencia mixta griega y persa, el rey Antíoco I trató de honrar a sus antepasados y a los dioses de una manera acorde con su linaje.
Su estructura
La tumba, conocida como hierotheseion (que significa santuario sagrado en griego), ocupa un área circular de 145 metros de diámetro y estaba rodeada por tres terrazas artificiales orientadas al este, oeste y norte. Cada terraza albergaba estatuas macizas de dioses, aunque durante el periodo iconoclasta las estatuas fueron decapitadas, y sus fragmentos permanecen esparcidos en el lugar hasta nuestros días.
En la terraza del este se alzan cinco estatuas colosales de unos ocho o diez metros de altura, que representan a los dioses Apolo-Hermes, Tyche de Commagene, Zeus-Oromasdes y Ares-Hércules. Estas divinidades tienen cabeza de león o de águila, símbolo del poder divino, mientras que la quinta estatua, con cabeza humana, representa al propio rey Antíoco I.
La terraza oeste refleja la disposición con estatuas similares, mientras que la terraza norte presenta una representación del rey Antíoco estrechando la mano de Apolo, Zeus y Ares, una afirmación de su pretendido linaje divino. Todas las estatuas se caracterizan por una mezcla de estilos artísticos griego y persa, con rasgos faciales griegos y tocados y ropajes de estilo persa.
Cuando fue descubierto
En 1881, el ingeniero alemán, Charles Sester, descubrió las impresionantes ruinas del monte Nemrut mientras trabajaba en la construcción de una carretera en la región de Adiyaman, en Anatolia oriental, para el Imperio Otomano. Poco después, el arqueólogo Otto Punchstein dirigió las excavaciones y llegó a la conclusión de que se trataba de un antiguo cementerio, el mausoleo de Antíoco I (86-38 a.C.).
La importancia del monte Nemrut se reconoció formalmente en 1987, cuando fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO con el nombre de «Nemrut Daðý». Hoy en día, sigue siendo un destino inolvidable tanto para los entusiastas de la historia como para los viajeros.
Cómo visitarlas:
Turkish Airlines, la aerolínea de bandera de Turquía, invita a los viajeros y amantes de la historia a explorar los tesoros únicos de Turquía, ofreciendo 7 vuelos semanales de Buenos Aires a Estambul, con 2 vuelos diarios a la provincia de Adiyaman. Las estatuas del monte Nemrut son impresionantes a cualquier hora del día, pero especialmente durante el amanecer y el atardecer, cuando el cielo brilla en vibrantes naranjas, o bajo las claras estrellas nocturnas.