Abril: mes para celebrar al Malbec, la cepa insignia de Argentina

El 17 de abril se celebra el Día Mundial del Malbec, la cepa insignia de Argentina.


El Día Mundial del Malbec se celebra el 17 de abril para conmemorar la fecha en que el presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento hizo explícita su misión de transformar la industria del vino en el país. En esta fecha, pero en 1853, le encomendó a Michel Aimé Pouget, un agrónomo francés experto en suelos, la tarea de traer nuevos varietales. Entre su selección se encontraba el Malbec.

Desde ese momento, el país con Mendoza como protagonista se ha convertido en uno de los más importantes productores de vino. Es justamente desde Mendoza que llega Abraham Malbec Gran Reserva 2018 y Abraham Malbec Reserva 2019. Ambas etiquetas recorren el mundo uniendo culturas y el gusto por el buen beber.

“Los viñedos de los que cosechamos las uvas Malbec para producir los vinos Abraham son viñedos establecidos, de varios años, por lo que la uva ya está equilibrada. Por eso elegimos viñedos en Maipú y en Valle de Uco. Tienen muy buen trabajo de poda, el riego justo, con el estrés necesario para producir vinos de alta calidad. Además, buscamos rendimientos por hectárea relativamente bajos para lograr una mayor concentración y una mayor complejidad”, comenzó describiendo Patricio Santos, enólogo de Abraham.

Características de una buena uva Malbec
En Argentina se trabajó mucho para desarrollar la producción de vino y en este camino el Malbec argentino cobró cada vez más preponderancia y protagonismo a nivel mundial.

“Para un buen Malbec, buscamos uvas con una buena madurez, para que tengan un correcto equilibrio. Particularmente, no nos gustan las uvas sobremaduras ni excesivamente inmaduras como por momentos se pone de moda”, destacó Santos sobre la cepa insignia. Y agregó: “Nos gusta la uva madura, con buen balance, que tenga los taninos muy suaves y muy redondos. Por eso, la decisión de cuándo es el momento de cosecha lo hacemos por degustación de uvas”.

El Malbec prevaleció por sobre las demás variedades desde los inicios en Argentina. Los viñateros empezaron a elegir Malbec hasta el punto de ser la más cultivada a diferencia de otras partes del mundo en ese momento. No se sabe bien la razón de esto, tal vez, algo llamó la atención y se convirtió en una decisión visionaria.

“El Malbec combina perfectamente con el clima y los suelos de Argentina, fundamentalmente de Mendoza. Esta tierra produce unos vinos que además de ser elegantes, son muy fáciles de beber, con buenos taninos, muy dulces, vinos que pueden ser tomados muy jóvenes o incluso con buen añejamiento. Esas son, creería, las causas por las cuales el Malbec argentino es el preferido”, destacó Santos.

Sobre el momento en el que esta cepa comenzó a tomar preponderancia explicó: “Se empezó a poner de moda a finales de los años 90. Básicamente porque era un vino que aportaba una gran estructura, buen cuerpo, fácil de tomar, buen aroma, un color violáceo muy moderno. Argentina se hizo conocida en el mundo por el Malbec y a su vez el Malbec se hizo conocido en el mundo por la Argentina. Por eso hoy decimos que Malbec y Argentina es sinónimo y ha hecho que otro Malbec de otras zonas del mundo empezaran a tener prestigio gracias al Malbec argentino”.

La pregunta del millón ¿el mejor maridaje para un Malbec?
En este sentido Santos es muy claro: “Cuando hablamos de maridaje de los vinos, tenemos que ver cuál es el objetivo con el que se elaboró el vino. En el caso de Abraham, la posibilidad de maridaje es bastante amplia, pero como son vinos con mucho cuerpo y estructura, básicamente estamos buscando algunas comidas en la misma línea: con buen cuerpo, con estructura. Por ejemplo, un buen asado, unas buenas carnes, incluso una buena pasta roja fuerte. Incluso el Gran Malbec funciona también muy bien como vino de postre, para un buen chocolate, una buena tarta de chocolate”.



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