P.N. Los Alerces


Es uno de los principales atractivos turísticos de la Patagonia, y una visita obligada para quienes recorren la zona.


En el oeste de la provincia del Chubut, a pocos kilómetros de Trevelin y Esquel, el Parque Nacional Los Alerces protege al bosque más antiguo de Sudamérica: el Alerzal Milenario. Este lugar fue creado el 11 de Mayo de 1937 como la Reserva Nacional “Los Alerces” y 7 años después, fue designado como Parque Nacional con el objetivo de proteger de la extinción a los bosques de alerce. En Julio de 2017 fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. El alerce es también conocido como Lahuan, y es uno de los árboles de mayor tamaño y más longevos del planeta, en ese entonces estaba en peligro de extinción por la explotación descontrolada perpetrada por el hombre. También se estableció este Parque para preservar varias especies amenazadas, entre ellas el Huemul, el pudú y algunos anfibios.
El alerce patagónico (Fitzroya cupressoides) es un árbol milenario, uno de los más antiguos del planeta que puede llegar a los cuatro mil años, con 75 metros de altura y 3,5 metros de diámetro. Crece solo 1 mm al año, su madera es pardo rojiza, muy dura y resiste a la putrefacción; sus hojas, corteza y resina tienen propiedades medicinales. Además existen otros como los radales y los arrayanes.

El Parque Nacional Los Alerces ocupa una superficie total de 263.000 hectáreas que lo ubican cuarto en tamaño de los Parques Nacionales.
El Parque Nacional Los Alerces está cerca de la Cordillera de los Andes lo que permite el desarrollo de un tupido bosque Andino Patagónico y en la zona de mayores precipitaciones crece una selva valdiviana donde se destaca el Alerce o Lahuan, un árbol que puede vivir entre 3000 y 4000 años de edad.
El clima es templado-frío, con heladas y precipitaciones frecuentes hasta bien entrada la temporada estival. Sin embargo, las condiciones de altitud y exposición que se generan por el relieve montañoso dan lugar a microclimas con bolsones “cálidos”. El Parque cuenta con campamentos organizados, agrestes, cabañas y proveedurías. Recomendamos visitarlo a fines de primavera, verano y principios de otoño, o sea entre Noviembre y Abril.
La flora exótica, traída por los pobladores europeos, representa en este Parque Nacional un grave problema para conservar la vegetación nativa. La rosa mosqueta, el lupino y la margarita, entre otras plantas, comenzaron a dispersarse sin ayuda por los bordes y claros del bosque, desplazando a las especies originarias.

Hay una gran variedad de aves nativas en el Parque, como el chucao, el carpintero negro patagónico, el cóndor, el pato de los torrentes, el aguilucho y el zorzal patagónico.
También es refugio de muchas especies de mamíferos, como el puma, el pudú, el gato huiña, el monito de monte, el huemul y el huillín. Este último es un mamífero semejante a la nutria que se encuentra únicamente en Chile y Argentina y está actualmente en peligro de extinción.
Se puede destacar al huemul, por ser considerado Monumento Natural desde 1996 para asegurar su preservación. Tienen una apariencia robusta, miembros cortos y un pelaje pardo, grueso y algo oleoso, lo que les permite nadar las aguas heladas y protegerse del frío. Sólo los machos tienen astas, poseen llamativas orejas de 25 centímetros, hocico y ojos brillantes. Viven en pequeños grupos y son herbívoros. Actualmente quedan poblaciones aisladas que se ven reducidas y amenazadas por la transformación de su entorno natural.
Entre las especies introducidas que viven en el Parque están el ciervo colorado, el jabalí y la liebre europea que generan cambios en el bosque y el ecosistema. En cuanto a los peces, han sido sembrados en los espejos de agua del Parque algunas especies exóticas de valor deportivo como la trucha arco-iris, trucha marrón, trucha de arroyo y el salmón encerrado.
Entre los predadores, se encuentran el puma, el gato huiña y el huillín (todo ellos de muy difícil observación) el zorro colorado y el zorro gris.

El parque cuenta con tres entradas, la norte desde El Bolsón y Cholila por la que se accede a la zona del lago Rivadavia; la central viniendo por la Ruta 40 desde Esquel o Trevelin, por la que se accede al lago Futalaufquen y su villa, y la sur, a la que se accede desde el Complejo Hidroeléctrico Futaleufú, a 26 Km. de Trevelin.
Dentro del parque se pueden realizar varias actividades como el senderismo y el montañismo, las excursiones lacustres, la pesca deportiva, y el avistaje de flora y fauna. Existen multitud de senderos autoguiados de diferentes niveles de dificultad y con referencias e información acerca de las diferentes especies autóctonas que habitan el parque. Uno de los más frecuentados es el que parte de Puerto Limonao hasta llegar a un mirador donde se divisan los saltos de agua del arroyo Los Pumas, el otro es el sendero hasta la laguna Escondida, que parte desde el puesto del río Arrayanes.
En cuanto a las excursiones lacustres, la más destacada es la excursión combinada en barco y a pie que partiendo de Puerto Limonao navegando el lago Futalaufquen y el río Arrayanes, para allí desembarcar y continuar a pie hasta puerto Chucao para navegar de nuevo por el lago Menéndez hasta Puerto Sagrario y allí caminar por el alerzal milenario, un bosque puro de alerces donde se encuentra “El Abuelo”, un ejemplar de 2.600 años de antigüedad que es el destino final.