Boy Olmi
Artista, director, productor y aventurero con una muy fuerte conciencia por la protección de la naturaleza, quien vuelca en sus creaciones ese especial espíritu.
Con un historial familiar artístico tan importante,
que crees que fue lo que recibiste que
más influyó en tu formación?
Lo que en realidad recibí de mis padres tiene
que ver más que nada con la confianza, la
libertad, el espíritu de juego y con el desafío
que tiene la vida de intentar ser felices, no es
que alguien me orientó hacia las artes, sino
con la apertura, y yo encontré en el camino
del arte algo que resonaba mucho en mí y era
aportarle a la comunidad algo que proviene
de mi deseo, de mi placer y de mi necesidad
de integrar mi trabajo a la mayor posibilidad
de placer y alegría que me genera, que de
alguna manera con los años se ha ido profundizando
con una cierta responsabilidad
de cómo usar esas herramientas de comunicación
que fui desarrollando como actor, director,
productor y autor de mis propias producciones
audiovisuales. Entonces mucho
de lo que hago hoy no solo tiene que ver con
ser convocado como artista sino con generar
yo también mis propias piezas audiovisuales
que toman forma de mensajes de cómo vive
el mundo hoy en día.
Que tipo de mensaje es el que buscas en tus
creaciones?
Yo creo que la gente y cada uno de nosotros
somos lo mismo, con lo cual aquello que busco
en mi, trato que resuenen en eso que llamamos
“la gente” que es el Yo compartido,
el Yo nosotros, porque en la esencia del ser
humano está muy presente el sufrimiento, el
dolor está presente, es casi inevitable porque
está ligado a ese recorte tramposo que nos
hace la realidad en forma de ego, entonces
a lo que me he dedicado es a ver qué herramientas
tengo para compensar ese dolor y
encontrar vías de alegría, de placer, de paz y
ahí hay dos ejes que para mí son muy centrales
y tienen que ver con el trabajo creativo,
que en mi caso profesional se puede encontrar
en el arte, pero la creatividad es patrimonio
de todos los seres humanos no solo
de los artistas, y el otro es la naturaleza que
tiene algo que siempre me devuelve
y es el contacto con esas
fuerzas, que ya no son el Yo nosotros
que somos nosotros y las
personas sino con el Yo Tierra,
es la casa, el espacio, donde estamos
metidos que encierra una
cantidad de conocimiento, sabiduría,
estímulo y armonía que es
un estímulo sensorial que hace
que la salida a la naturaleza sea
siempre muy reparadora, además
de divertida y placentera,
es muy curativa y bienhechora.
Probablemente por eso muchos
de los trabajos que he generado
como director ocurren en lugares
con naturaleza muy extrema,
muchas de las películas y
documentales de estos últimos
15 años son en la Antártida, el
Aconcagua, la Cordillera, la Patagonia,
la selva, y me ha salido
así porque estoy construyendo
en medida a mis necesidades y
eso me lleva a esos lugares. Por
ejemplo, uno de mis trabajos
se llama “Huellas en el agua” y es un documental
sobre una nadadora de aguas abiertas
que se propuso un proyecto de paz con
Inglaterra uniendo a nado las Islas Malvinas,
pero para poder hacer esa hazaña que implicaba
nadar de una isla a otra, tuvo que entrenarse
6 años en las aguas más heladas de
la tierra. Es una nadadora de aguas abiertas
a la que le falta una pierna y que desarrolla
una capacidad enorme de nadar en las aguas
frías, entonces cruzó a nado el Canal de la
Mancha, unió Dinamarca con Alemania, hizo
grandes proezas desde el punto de vista deportivo,
pero para ese proyecto tuvo que entrenarse
en aguas de los glaciares como en el
Perito Moreno, en la Antártida y en los mares
de la Patagonia, y fueron muchos viajes
previos en varios años a esa experiencia que
fue en Malvinas. Gracias a eso pude ir a la
Antártida, los Glaciares y la Patagonia, que es
un lugar que quiero mucho.
Años después me invitaron a la ceremonia
de la cosecha de la yerba mate crecida a la
sombra del bosque autóctono en la selva del
Paraguay y me invitaron en calidad medio
social con otras personalidades de América,
y se me ocurrió contraofertarles hacer un
documental sobre esa experiencia porque
es un proyecto de regeneración de la manta
atlántica, de integración de las tribus de etnias
muy sometidas y perseguidas que son
los Ache, en el Paraguay, y entonces hice un
documental que se llamó “Los guardianes de la Selva”. Tiempo después filmé “Jane and
Payne” que es una película que está en Netflix
y narra el encuentro único e histórico de
dos leyendas de la conservación de la Tierra
que son Jane Goodall y Roger Payne, una es
de las mayores defensoras de los bosques y
las selvas de toda la Tierra y el defensor de
todos los mares de la Tierra. A partir de ella,
con sus estudios con los chimpancés y de
él con las ballenas, creo esa película que se
filmó en un refugio en Península de Valdés.
Es decir, la mayoría de los trabajos que hago
como director tienen como marco algo que
me parece mucho más noble y conmovedor
que un estudio de televisión o una sala de
grabación y que es la montaña, el mar, el cielo,
las estrellas y ya no se trata de salir a descansar
sino de trabajar en lugares que sean
tan placenteros. Vos también con tu trabajo
con el turismo y los viajes seguramente estás
satisfaciendo una necesidad tuya que los viajes
generan y has podido encontrar un trabajo
que te permite hacer cosas que generan
placer, curiosidad, porque cuanto más integrado
tengamos nuestras partes trabajando
en cosas que son cercanas a nuestro placer
pasa esto que yo contaba al principio que
hizo que me dedique al arte.
Es cierto que tu curiosidad innata te llevó a
una búsqueda de conocimientos y experiencias
espirituales?
Por esto de la integración que nuestro cuerpo
y nuestro espíritu son parte de una misma
cosa que es la persona que somos, entonces
así como intento desarrollar mi cuerpo, realizando
ejercicios, actividades y una alimentación
que tengan que ver con el cuidado,
desde muy chico desarrollé mucho interés
por las cosas que podían acompañar el desarrollo
espiritual. Esto, cada uno lo encuentra
donde puede, en forma de religiones, prácticas
o meditaciones que se acerca a su propia
espiritualidad de la forma que le salga. Nadie
está despegado de su espiritualidad. Yo no
tengo ninguna práctica rigurosa o específica
de una corriente, pero si me he asomado,
investigado y practicado disciplinas que
tienen que ver con ese desarrollo paralelo
que existe entre el cuerpo y el alma, entonces
la meditación o ciertas aproximaciones a
formas del budismo me ha llevado a conocimiento
donde hoy solo soy aprendiz, pero le
dedicó cierto tiempo a prestar atención a ese
conocimiento de grandes maestros de esos
temas.
En base a todas esas experiencias fuiste desarrollando
una especie de corriente propia?
Más que crear una mía hago lo que puedo,
por ahí tengo el rigor de ir durante todo un
año hacer yoga a un lugar, hoy estoy haciendo
Tai Chi y en otros momentos doy más espacio
a la meditación o acompaño a gran parte de
mi familia a una práctica budista. Por eso te
digo no soy un militante de ninguna de esas
corrientes, más bien soy un aprendiz que intenta
desarrollarse a través de todas ellas.
El hecho de ir tocando diferentes cosas se
debe a desencantamiento de esas experiencias?
No es que yo estoy desencantado con algo
sino al revés a veces estoy limitado por mi
propia variabilidad en hábitos y prácticas. De
golpe, en un viaje estando sólo, tengo necesidad
de hacer determinada práctica o tengo
un trabajo que me permiten asistir a clases
de algo y luego cambia el trabajo y la rutina y
vuelvo a cambiar. Hay un ida y vuelta permanente
entre las circunstancias del momento
que cada uno va pasando.
La naturaleza que imprimís a tu vida muestra
claramente un espíritu inquieto y aventurero,
cómo lo manejás en el día a día?
Es parte de ese mismo ser humano que tiene
ganas de descubrir, jugar y siente mucho
placer en la experiencia del viaje ya que nos
saca de nuestra caja habitual de referencias a
que estamos acostumbrados. Cuando vamos
a un país diferente todo comienza a ser diferente
en pequeños detalles, los modos de
las personas, los picaportes, las canillas, etc.
Ese salirnos de nuestro mundo habitual es
un ejercicio entretenido que te tiene alerta,
y te coloca en ese estado que tienen los niños
que siempre estamos queriendo recuperar,
por eso estamos tan contentos durante
un viaje. La aventura es una de esas formas
de viajar, tanto en la naturaleza como en las
grandes ciudades. Puedo encarar una aventura
cómo viajar solo durante 45 días la ruta
40 en mi auto o estar en una ciudad como
Paris o Londres que lo que prima es la oferta
cultural que es otro estímulo. Pero las dos cosas
coexisten, las grandes ciudades tiene sus
grandes parques, por ejemplo, estuve durante
dos meses en San Pablo y buscaba los espacios
verdes para caminar y respirar que se
parecen en cualquier parte del mundo, son
un cable al cielo más que a tierra.
Sobre el cuidado del planeta, cosa que defendés
mucho, cómo unís esa conciencia con
tu trabajo?
Si, lo que veníamos hablando, tengo mucha
conciencia de la casa que habitamos que es
la Tierra, y a partir de ver las necesidades que
hoy tenemos veo que hay dos áreas en donde
la emergencia se hace muy evidente en
torno a las costumbres que venimos arrastrando
desde hace mucho tiempo que son lo
social y lo ambiental, donde se ve que venimos
fallando en algo de la dirección que traemos
porque estamos en un momento muy
delicado en la historia de la humanidad en
donde cuánto más rápido nos demos cuenta
y revisemos nuestras costumbres y cómo
inciden sobre esta casa y convivencia, menos
daño y sufrimiento vamos a ocasionar. Esto
lo digo concretamente porque la emergencia
ambiental en que estamos requiere que
nos demos cuenta qué hay algo que modificar
porque sinó vamos a estar cada vez en
mayores problemas, una manifestación de
esto es el cambio climático que es algo muy
serio que está ocurriendo, aunque algunos
lo nieguen siendo muy evidente, y requiere
que nosotros, más allá de las condiciones
que Tierra proponga, tomemos decisiones
responsables que nos lleven a evitar, o atenuar
las consecuencias, porque el cambio climático
es al que qué está generando mucho
sufrimiento en términos de desastres naturales
y la modificación de los suelos, que trae
hambre y sequías, la polución de los mares y
ríos, enfermedades, o sea estamos llenos de
cosas que son consecuencias de nuestro accionar
y podemos evitar, entonces a partir de
esas herramientas de comunicación que he
ido desarrollando, intento, de la forma más
responsable posible, entender, dialogar y debatir
de una forma que sea útil para que estemos
todos alertas y cada uno sea responsable
de lo que hace. Y en lo social es muy
parecido.
Contame sobre el escudo que tenés en la solapa
de tu saco.
Este chimpancé pertenece al Jane Goodall
Institute, con quien he trabajado y trabajo
cuando puedo, que es un chimpancé que
habla de este puente entre la naturaleza y
los hombres que también somos parte de la
naturaleza, cómo el símbolo del Jane Goodall
Institute, presidido por esta legendaria
mujer que hace 60 años se fue a la selva
africana a vivir entre los monos y cambió la
historia de la ciencia e inició un camino de
protección de los bosques, las selvas y la paz
del mundo, siendo ella embajadora de la paz
de las Naciones Unidas y dirige una organización
que está en 170 países para ayudar a
los jóvenes, o sea es una personalidad fabulosa
de la Tierra y que pude conocer, y filmar
una película con ella como protagonista y
me siento muy orgulloso que me hayan regalado
este distintivo que llevo en mi solapa
acompañándome.
Que nuevos proyectos vamos a poder ver?
Estoy haciendo teatro con un obra desde
hace 3 años que se llama “Casa Valentina”
que ya termina en Buenos Aires y estoy asesorando
a una serie de festivales de innovación
social en toda Latinoamérica desde la
parte audiovisual para ayudar a crear piezas
audiovisuales que generen esta conciencia
de hacia donde debería ir la sociedad en este
momento. También estoy en un proyecto de
una película, mientras espero el estreno de
otra que filmé en Brasil el año pasado y me
tiene por protagonista, que habla sobre el
abuso de poder, abuso sexual, en todas sus
formas. En esta película me tocó encarnar a un director de teatro muy creativo y poderoso,
que al mismo tiempo es muy abusivo con
su equipo de trabajo y particularmente con
una chica muy joven de la que abusa en un
proceso de trabajo que se torna en una relación
muy tortuosa y perversa. Un tema que
siempre estuvo vigente pero hoy más.
También viajo mucho, cómo venimos hablando,
a veces podes mezclar las dos cosas, viajar
y trabajar. La mayor parte de los proyectos
que tengo incluyen viajes, conocer gente,
lugares, aventuras, sorpresas y posibilidad de
conocimientos.