Museo del Ron


El Museo del Ron de Havana Club nos lleva a recorrer la historia de este destilado siguiendo su proceso de elaboración de la bebida más popular de Cuba.


Instalado en una casona colonial frente a la bahia, en el barrio histórico de La Habana vieja, el museo ofrece recorrer en tiempo real el proceso de elaboración del ron, descubriendo también la auténtica cultura cubana.
El recorrido comienza con una campanada y es conducido por excelentes guías que relatan la historia y detalles de los procesos de elaboración del ron.
La primer parte del recorrido nos muestra el taller del tonelero, donde se puede admirar toda la artesanía requerida para construir y preparar los barriles de roble dentro de los cuales los rones finos envejecerán.
Las diferentes salas van continuando con diferentes partes de la historia como la de un auténtico molino de caña accionado por mulas, utilizado en los primeros ingenios.

“El ron cubano tiene sus propias especificidades que son muy difíciles de replicar en cualquier otro lugar que en Cuba.”
Don Juan Carlos Gonzalez, Maestro del Ron Cubano


Un modelo a escala de una locomotora de vapor nos recuerda que Cuba fue el primer país de América Latina en utilizar el ferrocarril para el transporte de caña de azúcar y da pié para ingresar a una sala con un impresionante modelo a escala, obra maestra de un artesano cubano. El modelo muestra como eran en la antiguedad las grandes refinerías azucareras y las destilerías de ron. En esta sala uno pasa el tiempo sin fin viendo los increíbles detalles de esta maqueta cuidada el máximo.

A continuación pasamos a las salas de fermentación y destilación, donde se ven los barriles de fermentación de madera, columnas de destilación de cobre reluciente y tubos que transportan el aguardiente hacia varios tanques.
Es aquí donde los rones maduran, aguardando la intervención del maestro ronero.
Los tres rones más vendidos de Havana Club encarnan el estilo cubano del ron ligero, con su ligereza y frescura asociadas a la complejidad y elegancia que proviene del añejamiento tropical natural.

Al final de una escalera de caracol llegamos a la sala de degustación del museo, con su inmensa barra de madera que recuerda a los establecimientos que hicieron famosa a La Habana en los años treinta. Junto a la barra podemos degustar algunos de los rones o pedir los clásicos, como el Mojito o el Daiquiri, o hacer una cata vertical, una muestra de varios rones Havana Club, de los más jóvenes a los más antiguos.
Al lado se encuentra la tienda de Havana Club, se puede elegir entre los mejores rones de la marca. La tienda también ofrece una selección de artículos de bares.