Julieta Gargiulo
La escritora está por presentar su nuevo libro en Italia, donde comparte su pasión por el mundo del vino.
Te hemos visto desarrollar tus actividades en el mundo de las artes plásticas y me interesaría saber porque tu interés por el mundo del vino.
Lo llevo en mi ADN. Pertenezco a una familia vinculada a esta actividad desde generaciones. Mi padre y sus hermanos fueron destacados enólogos de la Escuela de Conegliano que vinieron a principios del 1900 a Mendoza con sus títulos bajo el brazo y estuvieron al frente de importantes establecimientos. Mi hermano Ángel es un notorio genetista en vides y la infancia mía y de mis hermanos la vivimos en un pueblo vitivinícola. Siendo mendocina siempre de una manera u otra nos alcanza esa actividad.
Cuando comienzas a involucrarte intensamente en ello porque hoy veo que perteneces a dos academias del vino, la italiana y la argentina y que has escrito tu segundo libro sobre la historia del vino.
Fue cuando descubrí que podía hacer un aporte desde otra mirada. No ya la específica que tiene que ver con la implantación de viñedos, elaboración y comercialización del vino para la que no estoy debidamente preparada sino volcarme a la investigación de su rico patrimonio inmaterial que lo sostiene y cobija y su posterior difusión, en este caso puntual, este libro. En ese patrimonio convergen la historia, la literatura, las manifestaciones estéticas plasmadas en las artes plásticas, la música, las costumbres, etc.
Como ves lenguajes que por mi formación me son cercanos. Con respecto a tu pregunta sobre las academias te cuento que a raíz de mi primera publicación fui propuesta para ser miembro correspondiente extranjero de la AIVV (Accademia Italiana della Vite e del Vino). Posteriormente junto a un destacado grupo de profesionales de diversas disciplinas vinculadas al vino fundamos hace ya 10 años la AAVV (Academia Argentina de la Vid y del Vino) donde ocupo el cargo de la Vicepresidencia en el tema de la Cultura del Vino.
Hablemos un poco sobre el libro.
Su génesis comienza a continuación de una
investigación que realicé sobre la transferencia
de las ciencias de la enología entre Italia
y Mendoza. Entusiasmada con ello, sentí que
había sido tan importante la influencia de
Italia en el desarrollo de la vitivinicultura de
toda América que decidí tender un puente
más amplio. Así surgió la necesidad de investigar
sobre la influencia italiana en el mundo
del vino en Brasil, Uruguay, Méjico, los valles
californianos y la Columbia Británica y la necesidad
de ampliar su presencia sobre toda
la Argentina vitivinícola.
Me propuse para ello Narrar al vino desde
una mirada diferente, la del largo camino recorrido
desde su llegada a América, destacando
el rol preponderante de los italianos en
esas circunstancias. Para ambientar el relato
puse protagonistas de carne y hueso acompañados
de un material iconográfico que nos
remitieran a las épocas. Era necesario contribuir
a documentar y memorizar el fenómeno
migratorio que involucró a muchos italianos,
especialmente, los que contribuyeron al desarrollo
de una nueva cultura arraigada en
sólidas raíces europeas.
Veo que estas por presentar este libro en Italia,
contame un poco sobre ello.
A veces los libros son como los hijos, tienen
vida propia y su camino sigue rutas insospechadas.
En esta oportunidad he sido invitada
por la Azzociatione Citta del Vino de Italia, y
por la comuna de Conegliano a presentarlo
en la histórica Escuela Enologica C Cerletti
en coincidencia con los festejos de la Festa
de L U va, ceremonia cercana y precursora
de nuestra Fiesta Nacional de la Vendimia.
Es esta una vez más una oportunidad que
se presenta para tender puentes de conocimiento
y amistad entre regiones semejantes.
En el plano personal y afectivo esto es reconfortante
ya que allí nació y estudio mi padre.
Julieta Gargiulo
Es Magister en Cultura Argentina, Diplomada en Historia de Mendoza, especialista en Gestión
Cultural; Miembro Correspondiente Extranjero de la Accademia Italiana della Vite e
del Vino y de la Cátedra Unesco de Cultura y Tradición del Vino de la Universidad de Borgoña
en Francia.
Ha sido Directora de Relaciones Institucionales de la Honorable Legislatura de Mendoza,
Directora de Cultura del Honorable Senado del Congreso de la Nación Argentina y posteriormente
asesora de la Secretaria de Cultura de la Presidencia de la Nación.
Fue Directora del Museo Killka de Bodegas Salentein.
Actualmente es directora de cultura del Protea, espacio cultural de Chacras Park.