La Trochita - El Expreso Patagónico


Esta joya del patrimonio ferroviario argentino cobra vida en los talleres y museo de El Maitén.


En El Maitén, provincia de Chubut, se encuentran los talleres de mantenimiento y restauración del famoso Expreso Patagónico, conocido como La Trochita, así como el Museo Ferroviario, inaugurado en 2004.
Este museo ofrece visitas guiadas gratuitas y alberga una impresionante colección de objetos que representan la rica historia de este emblemático tren.

Dentro del museo, los visitantes pueden maravillarse con una amplia variedad de elementos históricos. Desde señales y equipos de comunicación hasta uniformes, boletos, faroles e incluso una bicicleta adaptada para circular sobre las vías, propiedad del Sr. Mariguan, quien solía ganarse la vida cantando en la estación. El Museo Ferroviario de El Maitén es un verdadero tesoro para los amantes de la historia y la cultura ferroviaria.
El Expreso Patagónico, en la actualidad, cuenta con un tramo en Río Negro y otro en Chubut. Desde la Estación Esquel, en la provincia de Chubut, parte para recorrer 19 kilómetros hasta el paraje Nahuel Pan. Este fascinante trayecto ofrece a los pasajeros la oportunidad de disfrutar de paisajes espectaculares mientras viajan a bordo de uno de los trenes más icónicos de la región.

A pocos metros del museo, se puede observar una locomotora estacionada frente a un inmenso galpón, que alberga los talleres de mantenimiento de La Trochita. La mayor parte del galpón está destinada a las locomotoras y vagones, pero también cuenta con secciones dedicadas a la Carpintería y a la Tornería, donde se utilizan equipos antiguos que todavía funcionan a la perfección. Estos talentosos artesanos se esfuerzan con pasión en el mantenimiento y la restauración de las unidades ferroviarias que continúan en funcionamiento. Sin embargo, lamentablemente, el equipo se encuentra preocupado por la falta de interés de nuevas generaciones en aprender este oficio tan especializado.
Las locomotoras que forman parte de La Trochita tienen más de un siglo de antigüedad y requieren de más de 100 litros de agua por kilómetro recorrido para generar el vapor que las impulsa. Esta necesidad ha llevado a la instalación de bocas de abastecimiento de agua cada 40 kilómetros a lo largo de todo el recorrido. Otro dato interesante es que, en sus inicios, poner en marcha una locomotora requería aproximadamente 5 horas, pero gracias a los avances tecnológicos, hoy en día, con compresores, este proceso se ha reducido a solo una hora.

Los pasajeros que tienen la oportunidad de viajar en La Trochita pueden disfrutar de dos tipos de vagones. El vagón de primera clase cuenta con asientos tapizados en cuero y una biblioteca, mientras que en el vagón de clase turista, los asientos son de listones de madera pintados. Ambos vagones están equipados con calefacción tipo salamandra para combatir el duro frío patagónico. El tren en sí consta de 7 vagones, incluyendo 4 de primera clase, uno de segunda clase, el coche comedor y el cabús, que es el último vagón del tren. En definitiva, El Maitén y su Museo Ferroviario, junto con el Expreso Patagónico, representan una parte valiosa de la historia de los trenes en Argentina. Estos testimonios vivientes nos transportan a una época pasada y nos permiten apreciar la importancia de los trenes en el desarrollo y la conexión de regiones enteras.