De Lima al extremo norte peruano



Desde hace miles de años, el hombre de la costa peruana ha vivido maravillado con su mar y con la impresionante fauna que lo habita.
Las culturas antiguas le rendían culto y el arte precolombino dentro de su diversidad representó una gran cantidad de especies marinas. La Mama Cocha, la madre de las aguas, diosa de la lluvia y de la pesca, protectora de navegantes, guía a los viajeros en una excursión por Lima, la capital de Perú, la antigua cuna de la civilización andina, para continuar luego hacia el norte, a la región de Tumbes y Punta Sal, de frente al océano Pacífico, por donde nadan miles de especies de peces a la búsqueda del ecuador, la línea que divide el planeta en dos Hemisferios, un trazo imaginario pero realmente significativo por todo lo que comporta. Hasta allí llegan en convergencia la corriente fría de Humboldt y la corriente cálida de El Niño, una travesía que cruza el Perú excepcional, el de la excelente navegación, el del avistamiento de delfines, tortugas, lobos marinos, piqueros de patas azules. El de fragatas y albatros, el Perú adonde las ballenas jorobadas viajan a tener sus crías.

Antiguas culturas
Un despertar, de pronto, en un país con miles de años de historia. Soberbias muestras de milenarias civilizaciones que legaron al mundo: Caral, en el valle de Supe; las tumbas reales de Sipán, el entierro más fastuoso de América; las líneas de Nazca y la portentosa fortaleza de Kuelap. Un territorio que fue sede del fabuloso imperio Inca y del virreinato más rico de Sudamérica. La capital de Perú es una gran metrópoli, la principal puerta de entrada al país. Una ciudad que mezcla modernas y coloniales construcciones. Lima también es sede de los mejores museos peruanos. El magnífico Rafael Larco Herrera, ubicado en la avenida Bolívar, en la zona de Pueblo Libre. Posee piezas que son “tesoros” del antiguo Perú como textiles, metales, cerámicas. Sobresalen la sala de los rituales, la sala del oro y joyas, la sala de las culturas. Otro lugar donde se conservan y exponen colecciones de objetos es la Fundación Museo Amano. El amor por las antiguas culturas llevó a Yoshitaro Amano, un ingeniero naval, empresario, investigador, trotamundos y filántropo de origen japonés, a fundar en 1964 este museo, en el que se destaca especialmente la colección de tejidos y cerámicas de la cultura chancay. No hay nada que identifique mejor a Lima que sus balcones, los que llegaron a formar en su época “calles aéreas”. Esta característica arquitectónica se debió a que al establecerse Lima en un desierto, no abundaba la piedra, lo que obligó a realizar las construcciones empleando adobe, permitiendo entonces el lucimiento de los arquitectos y constructores. Los balcones y portadas eran el lujo exterior de las casas y “declaraban” la riqueza de sus propietarios. Abundan en el Centro Histórico junto a los demás monumentos, razón por la cual la Unesco declaró al casco antiguo de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad. No se llega a conocer Lima, si no se visitan por lo menos algunas de sus iglesias más reconocidas, la Catedral entre ellas, ubicada en la Plaza de Armas en el Centro Histórico de Lima. Inmediatamente después de fundarla, el explorador y conquistador español Francisco Pizarro González hizo erigir la primera, que años más tarde y bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción sería elevada a la categoría de catedral. Fue construida originalmente con paredes de adobe y techos de esteras, muy rústica. Se la refaccionó luego con madera de mangles. En 1746 un terremoto la derrumbó. El padre jesuita Juan Rher inició su reconstrucción, en 1751, con cedro y revestimientos de yeso. Su conclusión data de fines del siglo XVIII y principios del XIX.

Infinitos destinos
En una de las naciones de mayor diversidad del planeta, donde se puede pasar de un sólido desierto a vertiginosas montañas o una selva exuberante en un suspiro, los barrios limeños conforman un territorio exquisito, con una cocina que dio un gran salto a la alta gastronomía. Tanto en el centro como en los coquetos barrios de Miraflores y San Isidro hay restaurantes en los cuales se puede apreciar un arco iris de coloridos platos y sabores. En Miraflores, frente a la plaza de los artesanos en el parque Kennedy, se halla la denominada Calle de las Pizzas, inicio de una zona de discotecas, boliches, bares y variado entretenimiento nocturno. Lima encierra infinitos destinos que se manifiestan en lenguas nativas aún en uso, danzas y ancestrales instrumentos musicales que se dejan ver y escuchar en grandes fiestas y procesiones. De cara al sur y a espaldas de empinados acantilados, la extensa geografía limeña ofrece playas ideales para deportes acuáticos. Un bello y amplio jardín en el bulevar costero contiene el Parque del amor y el beso perpetuo, obra del artista Víctor Delfin. Varias parejas hacen honor a la escultura frente a un paredón donde un musgo-grafiti reza “Nacho y Ana Paula, hermanos por siempre”. Los musgo-grafiti son muy bellos y difíciles de borrar. El hotel Radisson Decápolis, cercano a la Costa Verde y el Faro La Marina, ofrece en Miraflores excelente atención y servicios.

Cálidas aguas cristalinas
A una hora y media de vuelo de Lima, la ciudad de Tumbes es punto de llegada al extremo norte peruano, un lugar para dejarse seducir y enamorarse de sus playas, de la soberbia naturaleza. Si de eso se trata, si se desea visitar sitios naturales la elección debe recaer en Puerto Pizarro, famoso por sus islas y por un criadero de cocodrilos tumbesinos, especie única en Perú y en peligro de extinción. También se pueden hallar conchas negras y cangrejos, base de la gastronomía local. O el Santuario Nacional Los Manglares. Allí el encuentro entre agua dulce y salada genera un refugio silvestre perfecto para la observación de flora y fauna. La proximidad a la línea del ecuador hace de este largo bulevar costero, un lugar ideal para la práctica de surf, buceo o la pesca. La búsqueda de sol y calor lleva hacia Punta Sal, considerada una de las mejores playas del Perú por su arena blanca, aguas cristalinas y cálidas todo el año junto a la riqueza de su vida marina.

Una actividad que es recomendable no soslayar aquí, el birdwatching, ideal en tiempos de redes sociales, series y consumismo. El avistaje de aves, entonces, un refugio perfecto para escaparle a la hiperconectividad. Desde Punta Sal, por la antigua carretera Panamericana Norte, se accede a las playas de Máncora. Puerta del Sol, Mancorita, Sausalito Beach, entre ellas, aguardan con el agradable ambiente de sus restaurantes. Beber primero un típico pisco sour antes de acceder a la receta estandarte de la cocina peruana: el ceviche. El ingrediente estrella de esta elaboración es el pescado crudo, que se cuece en frío gracias al efecto ácido del limón o la lima. Un plato refrescante que admite todas las variaciones posibles, pudiendo escoger entre cualquier especie de pescado blanco, aunque no es descartable el pescado azul, y sazonarlo con un abanico de especias, hierbas aromáticas y ajíes picantes. O mariscos acompañados de tamales de arroz, tiraditos y algún sudado de pescado. Tanto en el Royal Decameron Punta Sal Beach Resort como en el Punta Sal Suites & Bungalows Resorts de seguro degustará alguna excelente variante de estas exquisiteces amén de sus impecables comodidades. Tumbes, Punta Sal, Máncora, un hermoso atardecer llena de rojos, amarillos y anaranjados el sinuoso, ancho camino playero, mientras unos niños estiran la penumbra jugando con un perrito trepados a una vieja barcaza, antes de que llegue la noche y sin proponérselo ponga fin a tanta algarabía en tierras peruanas.