La Cumbre
Esta ciudad combina una hermosa naturaleza, cultura y excelente gastronomía.
En el Valle de Punilla, La Cumbre combina paisajes naturales, actividades al aire libre, cultura, gastronomía gourmet y buenas opciones hoteleras. Con casonas memorables de estilo inglés, parques encantadores y cerros imponentes, la ciudad se mantiene a través del tiempo.
Su clima es uno de los mejores de las sierras cordobesas y los amantes del trekking pueden disfrutar de un sendero de aventura luego de visitar el emblemático Cristo Redentor y contemplar las impresionantes vistas serranas. Las cabalgatas son una opción popular, desde opciones de unas horas, medio día hasta varias jornadas, e incluso bajo la luz de la luna. Además, los entusiastas del cicloturismo pueden alquilar bicicletas para explorar la zona libremente o con circuitos predeterminados.
La ciudad sorprende gratamente con su vibrante escena gastronómica, donde la oferta de restaurantes es asombrosa. Desde encantadoras casas de té como Viva La Pepa, ubicada en un antiguo vagón de tren con una vista imperdible al atardecer, hasta DiqueSí, establecido en un antiguo galpón de materiales junto al Dique San Jerónimo. También se puede disfrutar de una comida entre los viñedos en Nébula, enclavado en lo alto de una colina, o relajarse con un agradable té en Dani Cheff frente a la estación. Para los paladares más sofisticados, los restaurantes Mola, La Urraca y La Casona del Toboso ofrecen platos cuidados y exquisitos en el corazón de la ciudad.
El Hotel Cruz Chica, establecido en 1886 por la comunidad británica, se erige como el hotel más antiguo de la localidad. Tras varios cambios de propiedad, en 1998 fue adquirido por un emprendimiento privado que se dedicó a restaurar su auténtico estilo inglés y así retomar su función como alojamiento.
El Aeroatelier es un centro aerodeportivo de excelencia, dedicado a la práctica de una amplia variedad de deportes aéreos, con un enfoque en la profesionalidad y la seguridad. Este lugar ofrece a los entusiastas la oportunidad de ampliar sus horizontes deportivos y explorar el fascinante mundo del vuelo.
El Aeroatelier nació de la visión de Andy Hediger, un renombrado campeón mundial de parapente, quien llegó a Argentina en 1995 con el deseo de compartir su pasión por el vuelo. Además de su dedicación al vuelo libre, el centro también cuenta con instalaciones y equipos para la práctica del paracaidismo, proporcionando una experiencia emocionante y llena de adrenalina para los aventureros.
Con más de 10 años radicado en La Cumbre, Andy Hediger ha dejado una marca significativa en la comunidad. Además de su destacada trayectoria en el vuelo libre y su taller de velería único en Sudamérica, ahora también brinda la oportunidad de experimentar el paracaidismo en el Aeroatelier. Su experiencia y conocimiento en el campo hacen de este centro un lugar imprescindible para aquellos que deseen disfrutar de emocionantes deportes aéreos en un entorno seguro y profesional.
El La Cumbre Golf Club, fundado el 26 de abril de 1924 en el Hotel Cruz Chica, es uno de los clubes de golf más destacados de la provincia. Con 18 hoyos y un par 70, tiene una longitud de 5,463 metros para caballeros y 4,810 metros para damas. Fue creado como una institución social y deportiva, enfocada especialmente en el golf.
Bajo la presidencia de Alfredo Benitz, se convocó a Juan Dentone, reconocido diseñador de campos de golf en Argentina, para crear la cancha. Ubicado a 1 km del centro de la ciudad, es considerado uno de los campos más hermosos del país. En 1959, Juan B. Terán se consagró como ganador del primer torneo abierto de La Cumbre, que se celebra tradicionalmente la tercera semana de enero.
El Club House, de estilo Anglo-Normando, es una destacada obra de arquitectura diseñada por los talentosos profesionales Arq. Carlos Dumas e Ing. Alberto Dumas. Estos reconocidos arquitectos también han dejado su huella en otros prestigiosos clubes de golf como Ranelagh, Hurlingham e Ituzaingó. El diseño impecable y la belleza arquitectónica del Club House complementan la experiencia excepcional que ofrece el Club.
Entre sus socios honorarios se encuentran destacadas figuras como Julio A. Roca, Emilio Soteras y Ricardo Orortegui, y ha sido visitado por renombrados golfistas como Fidel de Luca, Romero y Roberto de Vicenzo.
En la pintoresca zona de Cruz Chica, destacan diversas opciones culturales y arquitectónicas. Entre ellas, la Casa Museo del escritor Mujica Lainez, un lugar que invita a sumergirse en su legado literario.
Construido en 1920 por el arquitecto León Dourge para el fallecido escritor Manuel Mujica Lainez, se ha convertido en una casa museo abierta al público. Este emblemático lugar ofrece visitas guiadas y sirvió de inspiración para el cuento “El Hombrecito de Azulejo”.
Desde julio de 1987, se encuentra tal como estaba durante la vida del escritor, gracias a la donación de su esposa, Ana de Alvear. En su interior se exhiben los objetos personales del autor, como su sombrero, bastones, monóculo y el famoso anillo del escarabajo. Además, se pueden apreciar sus muebles, una magnífica biblioteca con aproximadamente 15,000 volúmenes y su icónico escritorio donde solía escribir.
Por otro lado, en La Cumbre también se encuentra una sala dedicada a las obras del reconocido artista y arquitecto Miguel Saturnio Ocampo Leloir, quien dejó su huella en la localidad durante los años 80. Sus obras artísticas, producto de su extensa trayectoria en la diplomacia, se preservan y exhiben en este espacio, bajo el cuidado de su esposa Susana Willington.
En el paraje de Cruz Grande, se encuentra un destacado museo que alberga una valiosa colección de motos, autos y bicicletas antiguas. Entre las joyas exhibidas, se encuentra un automóvil Oakland que tiene un significado histórico especial. Este automóvil perteneció a la reconocida médica argentina Cecilia Grierson, quien fue la primera mujer en recibir un título de medicina en Argentina y pionera en la lucha por los derechos de las mujeres en el campo de la salud.
El auto Oakland de Cecilia Grierson se convierte en una pieza emblemática dentro del museo, ya que simboliza su valiente espíritu y su contribución a la sociedad. Además de la impresionante colección de vehículos antiguos, el museo también cuenta con una variedad de chapas esmaltadas de época y expendedores de combustible que transportan a los visitantes a través del tiempo.
La experiencia en el museo se completa con un bar donde los visitantes pueden relajarse y disfrutar de sus bebidas favoritas, así como con un mercado gastronómico que ofrece una selección de productos culinarios de diferentes regiones del país. Este museo, con su rica historia automotriz y su oferta gastronómica única, se convierte en un destino imprescindible para los amantes de la historia, la cultura y la buena comida.
La Estancia El Rosario está ubicada en un entorno de una belleza extraordinaria, esta fábrica ha estado elaborando artesanalmente delicias como alfajores, dulces, caramelos y almíbares desde 1924. Sus fundadores, inmigrantes de origen escocés y suizo, aplicaron meticulosidad y dedicación al crear estas delicias a partir de recetas tradicionales, utilizando las frutas de la región. Con el paso del tiempo y la fusión con la cultura local, la oferta de productos se ha ampliado para incluir el famoso dulce de leche, almíbares, alfajores, conitos y galletas, cuya calidad ha otorgado prestigio a la marca.
Además, la Estancia El Rosario ofrece emocionantes aventuras a través de su atracción Aventura El Rosario. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de actividades como arborismo, tiro al arco, tirolesa y un rocódromo para escalar. Estas atracciones brindan la oportunidad de sumergirse en la diversión y la adrenalina, mientras se disfruta del entorno natural único de la estancia.