El té del Correntoso
“El té es el arte de ritualizar la hospitalidad“ según palabras del Dalai Lama, y el Correntoso Lake & River Hotel es el clásico patagónico en esta especialidad.
Desde el comienzo del hombre se utilizan remedios
naturales para vencer o paliar enfermedades.
Una de las plantas básicas en la
Medicina China es la Camellia Sinensis; el Té.
Es una de las más de 3000 plantas curativas que se
utilizan desde hace siglos.
El té tiene un origen, historia y leyenda fascinantes. La
costumbre de infundir las hojas de té para dar buen
sabor al agua hervida, se utilizó por primera vez en la
China hacia el 2500 a. C. El té entró en contacto con
los europeos por primera vez cuando los portugueses
llegaron a la India en 1497, en aquella época ya en
la India el uso del té estaba muy extendido. El primer
cargamento de té llegó a Europa por Ámsterdam (Holanda)
1610, por iniciativa de la Compañía de las Indias
Orientales.
Este tipo de bebidas eran las más populares de la
época, se preparaban con granadas machacadas y canela,
y el té se bebía mezclado con frutas, agua de
rosas, agua de azahar, menta…
Los brotes de té contienen diversos componentes hidrosolubles
que encontramos en cada infusión. En el
té verde podemos identificar más de trescientos cincuenta
componentes. La composición química de los
brotes y las hojas de té pueden variar dependiendo
de las características genéticas de cada planta y de las
condiciones agro-climáticas.
Fue en China dónde se descubrió casualmente, que de
un pequeño árbol salvaje se podía obtener una deliciosa
bebida con propiedades terapéuticas.
Cuenta la leyenda, que existía en China un emperador
llamado Shen Nung, conocido popularmente como; El
labrador del Cielo, al que se le creía un antiguo Dios
convertido en hombre, con la misión de transmitir sus
conocimientos a la humanidad. A Shen Nung se le atribuye
también el descubrimiento de la medicina china.
Según se desprende de la quimera, El labrador del Cielo
enseñó a los hombres a trabajar la tierra y a utilizar
las plantas para curar enfermedades. Shen Nung, también
recomendaba a la población que hirvieran siempre
el agua antes de ingerirla para evitar infecciones.
Estando un día Shen Nung descansando bajo un
árbol mientras hervía agua en una olla, se levantó
un ligero viento que hizo desprender unas hojas
del árbol, haciendo que cayeran en el recipiente
que estaba al fuego. El emperador comprobó que
el agua adquiría un ligero color dorado y que exhalaba
un agradable aroma. Shen Nung, dejándose
llevar por la curiosidad, probó el brebaje, el cual
encontró muy agradable. Acababa de descubrir una
nueva bebida, la del té. Shen Nung, como experto
fitoterapeuta que era, no paró de experimentar
con la planta, e incluso la utilizaba como antídoto
de algunas plantas tóxicas o venenosas.
CORRENTOSO LAKE & RIVER HOTEL
En Argentina, allá por 1907 en el paraje Correntoso
hoy Villa La Angostura, se erigía un emprendimiento
pionero del siglo y continuador repotenciado
del siglo XXI. Comenzaba a oficializarse el arte de
la Hospitalidad, en una modesta cabaña de madera
“llamada la pensión de doña Rosa” que diera origen
al Hotel Correntoso, años después en una incipiente
construcción de estilo inglés, influencia de
época.
“El té es el arte de ritualizar la hospitalidad“. La
frase quedó marcada a fuego en la memoria de Inés
Bertón por la exactitud de la definición y la sabiduría
d e q uien la pronunció: el Dalai Lama.
Y si hablamos de hospitalidad, la Patagonia es una
anfitriona con todas sus letras y si hablamos de Villa
La Angostura, no podemos dejar de mencionar
quien fuera el iniciador de la Hospitalidad en esta
zona norte del Lago Nahuel Huapi: Primo Capraro
y su esposa Rosa Maier, quienes dieran origen al
siempre y esplendoroso Correntoso Lake & River
Hotel de más de 100 años que mantiene intacta –
fiel a su estilo – la calidez, calidad y servicios de
sus pioneros.
Así es que con su continuo crecimiento el hotel se
fue trasformando para ofrecer los mejores servicios
a sus destacados visitantes de la época.
Por aquellos tiempos las estadías se prolongaban
por más de 25 noches y había que ofrecer actividades
a sus huéspedes, así es que los varones durante
el día salían de pesca y sus esposas,acompañadas
por doña Rosa, salían de caminatas y por la tarde
degustaban un exquisito té Correntoso en un lugar
encantador frente al Lago.
“Compartir una taza tiene todo un recorrido y tiene
que ver con este ritual milenario. El detenerse
a observar como florecen las hebras y se desperezan
en una taza nos recuerda la importancia de
pausar para contemplar algo simple”, nos contaba
Inés Berton.
Luego de unos años la familia se agranda y llega
Emma, esposa de Francisco, primer hijo del matrimonio
fundador. El hotel seguía en pleno auge
y, se incorporan al servicio exquisita delicatesen
elaboradas por sus manos maestras.
Al incorporarse a la historia de Correntoso, los
actuales dueños, potencian esos valores fundacionales.
Así es, que Inés Berton, – fundadora de
Tealosophy, inicia un nuevo ciclo asesorando al
tradicional Hotel de la Patagonia, una de las propiedades
de la infusión es “trasladarnos todo el
tiempo al ahora, lo que nos permite no meternos
en los miedos y habit ar el presente”.
Así que variadas hebras, de diferentes tipos de
blends y sus combinaciones, hacen del Té Correntoso
un lugar único e irrepetible en Villa La Angostura.
A los tradicionales scons de Doña Emma se le
suma, la pastelería que constituye el maridaje
perfecto para los tés: tartas de frutos silvestres,
tortas artesanales, cookies, crackers, y dulces regionales,
armonizan el momento inolvidable, junto
a la clásica copa de espumante, respondiendo
al típico estilo inglés. Así es que, en los salones
del restaurante Belluno, podes contemplar el mágico
atardecer, dónde grandes ventanales filtran
la suavidad del lago y la fuerza de las montañas,
con los aromas del inconfundible Té Correntoso.